Blog | Arquitectura Ecoactiva

Arquitectura para crecer en un entorno ecológico

Arquitectura ecoactiva

En el año 2005 existe mucha premura de los promotores por finalizar rápidamente los proyectos. Se anunciaban sucesivas revisiones de normativa que iban a encarecer las obras y se tenía la conciencia clara de cada día que pasaba se reducía el diferencial de beneficio entre lo invertido y lo que se pudiera obtener al vender.

Empujados por los promotores, debíamos hacer los proyectos en un mes y bien podían estar un año esperando licencia en un ayuntamiento. Esta premura que siempre intentábamos evitar, reducía la calidad de los trabajos y nos condicionaba profesional y éticamente.

El arquitecto era entonces un trámite más para conseguir ese beneficio. La arquitectura quedaba en entredicho.

Tal vez fue en 2005 cuando empezó Ecoactiva. Entonces trabajábamos, Asunta y Enric, en otro estudio propio (Anta Arquitectura) con más compañeros de promoción. Allí, nuestro descontento con esta situación fue creciendo.

Nuestra primera reacción fue aumentar nuestra formación. Enric empieza a estudiar Bellas Artes en Valencia y Asunta, el Máster de rehabilitación de la ETSA también en Valencia.

Después explosiona la burbuja inmobiliaria. En mayo de 2008 cerramos Anta Arquitectura. En 2010 se configura Arquitectura Ecoactiva.

Nuestro primer compromiso fue formular claramente nuestra personalidad profesional. ¿Cómo podía nuestra actividad profesional neutralizar los procesos nocivos de los primeros años en los que nos vimos envueltos? ¿Cómo debía ser la arquitectura en los 20 o 30 años siguientes?

No era suficiente definirse como ecológicos. Era necesario revisar lo que se entendía por ecológico, puntualizando y ampliando su significado, teniendo en cuenta los últimos avances que a pesar de todo se habían producido. Ecoactiva surge así. Revisando qué debe ser la arquitectura y cómo debe darse a entender. Debíamos ser claros en las definiciones y en los objetivos para facilitar el posicionamiento de nuestros clientes, ajustándolo a sus necesidades e intereses, dentro de una comprensión global y ecológica de nuestra vida.

El factor inicial de esta revisión fue la salud, lo que nos llevó a revisar materiales y procesos constructivos y el modo en que influyen en nuestra forma de vivir desde dos perspectivas: la influencia directa en la salud de los habitantes de los edificios y su capacidad contaminante en su producción, transporte y colocación en obra. Identificar y apartar los materiales nocivos y cancerígenos, eliminar los focos de humedad y por tanto, de puentes térmicos, alcanzar una correcta ventilación y asoleo, un equilibrio de temperatura y humedad… fueron las principales traducciones a la realidad de estas preocupaciones.

La salud nos llevó a plantearnos la necesidad de una arquitectura que generara crecimiento personal, que permita a la persona ajustar su espacio, hacérselo suyo y potenciarlo y potenciarse con él. Evidentemente, evaluando y consensuando sus necesidades funcionales pero también sicológicas, estudiando no sólo qué funciones se quieren desarrollar en el espacio sino también el cómo se quiere desarrollar esas funciones.

La multisensorialidad, sinestesia y la hapticidad pasan a ser valores primordiales en la configuración de los espacios.

Tenemos un interés especial por dar forma a espacios con significado específico. Huimos de la tendencia a proyectar espacios indiferentes y reproducibles en cualquier lugar. Espacios que son pensados desde lo común anulando las diferencias que puedan enriquecernos.

Queremos crear espacios intentando aprovechar al máximo la energía y materia invertidas en ellos. Espacios que sean capaces de responder a diferentes niveles de sensibilidad y percepción, que permitan la interacción de diferentes usos para dar cabida a la suficiente diversidad.

Esto nos lleva a replantear el modo de proyectar, los procesos de construcción, el modo en el que nos relacionamos con el cliente. A explorar nuevas tecnologías y buscar colaboraciones con otros agentes y otras ciencias.

El espectro de la arquitectura se amplía a la biología, la medicina, la sicología, la antropología, la historia, el arte, pero también al estudio de la industria actual, de los procesos de fabricación nocivos o saludables, de los materiales y tecnologías que respetan nuestra naturaleza y la mejoran.

A todo ello se le une una clara intención renovadora y conciliadora. Queremos infundir un progreso real desde una visión holística. Y alcanzar un compromiso con el cliente ético y capaz.

Filosofía

Arquitectura multisensorial y participativa que nos permita mejorar y crecer dentro de un marco ecológico. Una arquitectura extendida a más formas que la estrictamente constructiva, con reflexión y acción social, en la que los usuarios la validen y la activen, dándole carácter.